martes, 17 de noviembre de 2015


El cerebro adicto


Hasta hace unas décadas la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta de voluntad. Hoy se reconoce como una enfermedad y se sabe cómo tratarla. La adicción es una enfermedad que progresa por etapas, la primera etapa las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que brindan, pero este consumo de drogas se convierte muy rápido en enfermedad en quienes las utilizan en forma crónica. El cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia

El objeto de la adicción puede variar, pero la respuesta conductual es similar, ya que todas estas adicciones provocan la misma reacción en la química del cerebro. Este descubrimiento ha alterado la forma de considerar, prevenir y remediar las adicciones.

La investigadora mexicana-estadounidense Nora Volkow, quien estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos, observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y los opioides. La adicción se considera hoy una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el funcionamiento de ese órgano.

Efectos físicos de las drogas: Nicotina. Estimulante, es muy adictiva y al fumarse eleva el riesgo de cáncer, enfisema, trastornos bronquiales y problemas cardiovasculares, alcohol, las áreas cerebrales especialmente vulnerables a esta droga son la corteza cerebral, el hipocampo y el cerebelo; la mariguana, puede dañar la memoria y el aprendizaje de corto plazo, la capacidad de concentración y la coordinación así mismo eleva el riesgo de desarrollar psicosis en personas vulnerables, los inhalables, son extremadamente tóxicos y pueden dañar el corazón, los riñones, los pulmones y el cerebro, la cocaína, puede provocar graves consecuencias médicas relacionadas con el corazón y los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo.

Al ingresar en el cerebro las drogas obstaculizan su sistema de comunicación e interfieren en el proceso normal de intercambio de información neuronal. Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión. "El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas” En consecuencia, el mensaje interneuronal se intensifica, impidiendo una comunicación adecuada.

La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de placer. "El cerebro está condicionado a repetir conductas que permiten la supervivencia y las drogas actúan produciendo una activación mucho mayor de la que ocurre en las situaciones naturales de recompensa" El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas".

La falta de droga provoca el llamado síndrome de abstinencia.

Lo que vemos como dependencia psicológica es una manifestación de los cambios en el cerebro, que intenta adaptarse y manejar niveles anormales de neurotransmisores, Según Baler.

La propensión a las adicciones proviene de varios factores biológicos y ambientales. "Los factores genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son factores ambientales, sociales, culturales, dietéticos.

Con todo, Baler indica que algunas personas pueden definirse como más vulnerables, pues tienen un riesgo mayor de desarrollar una conducta de abuso de sustancias; son las personas proclives a conductas de riesgo o a la búsqueda de novedades.

Según María Elena Medina Mora, para que se desarrolle una adicción importa igual lo adictiva que sea la droga, su disponibilidad y lo aceptable que la considere la sociedad.

El problema principal es que en esa etapa de desarrollo el cerebro es mucho más vulnerable. "La adolescencia es una época en la que se están desarrollando todas las conexiones y exponer el cerebro a las drogas a esa edad tiene consecuencias mucho más dañinas", también es un gran error pensar que, por ser un producto natural, no hace daño. "La heroína y el opio también provienen de productos naturales y causan una dependencia terrible".

Adicción sin sustancia

Un descubrimiento, realizado por investigadores del Scripps Research Institute de California en estudios con animales, en 2010, sugiere que los mismos mecanismos cerebrales que participan en la adicción a las drogas aparecen en la compulsión de comer y el consecuente desarrollo de la obesidad. En ambos casos el exceso puede provocar una descompensación en el circuito de recompensa; en los comedores compulsivos, los impulsa a buscar alimentos ricos en grasas. Esta similitud hace pensar que muchas de las compulsiones, o conductas adictivas humanas (por ejemplo, adicción al sexo y a los juegos de azar) podrían tener relación con desequilibrios de dopamina o de otros neurotransmisores. Así, aunque en principio estas conductas no sean adictivas, pueden llevar a la adicción.

Rubén Baler dice que aproximadamente 60% de las personas con problemas de abuso de sustancias tienen también una enfermedad psiquiátrica.

Todas las adicciones pueden tener graves consecuencias para la salud y las relaciones humanas "sino también los relacionados con el aprendizaje, con la memoria, con el control de emociones, con la toma de decisiones. No obstante, añade Baler, "el mensaje importante es que la adicción conlleva el desajuste de muchos circuitos, y que para tratar al adicto deben tenerse en cuenta todas las disfunciones al mismo tiempo".

No se intenta resolver únicamente el problema bioquímico, sino considerar al individuo y su contexto: su familia y su lugar de trabajo. Una opción de terapia es  entrenar nuevamente un cerebro que aprendió algo totalmente anormal, pues la adicción, en última instancia, es una enfermedad de aprendizaje.

Como la diabetes, la adicción es crónica e incurable. Así, siempre se pueden sufrir recaídas. En consecuencia, la recaída no debe considerarse como el fracaso del tratamiento; sólo indica que éste tiene que repetirse. "Esto realmente mejora la condición de salud y los periodos de abstinencia incrementan la esperanza de vida".

Baler añade que no es cuestión de magia. "Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias".

Conclusión.
A mi me intereso el tema del cerebro adicto, ya que considero que algunos de los problemas alimenticos son igual que la adiccion a las drogas causados por factores emocionales, y sociales mas que nada,  que llegan a ser compulsivos y provocan problemas sociales, fisicos y emocionales.
La adicción a las drogas como ya lo mencionan los especialistas en este articulo, es una enfermedad cronica e incurable, pero afortunadamente existen tratamientos y sobre todo un programa de prevención.
Siento que es una enfermedad que afecta a la sociedad en general y todos tenemos que prevenir de alguna manera con nuestras familias, ya que el apoyo en la familia es lo mas importante.
Asi existen diferentes adiciones no solo a las drogas o al alcohol, si no a cualquier situación o llamemosle acción que nos cause placer, por lo que hay que estar muy al pendiente sobre todo de los niñosy adolescentes.


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